8 de abril de 2014

Diagnóstico: Fobia a las seguidillas gitanas

Se conocían primitivamente como playeras, como seguidillas gitanas para diferenciarse de las castellanas, en los círculos flamencos también las llaman seguiriyas o siguiriyas. En cualquier caso, este cante y yo tenemos una relación bastante indiferente. Nunca se lo he contado a nadie pero es así. Para este texto he elegido la denominación de "seguidillas gitanas" por consenso de los amigos aficionados, uno de los nombres que se le dieron hace un par de siglos.

Es uno de los cantes más antiguos, con mucha historia, con cunas en Cádiz y sus puertos, Jerez y Triana. Sus temas son siempre oscuros, trágicos, desgraciados; no se cantan seguidillas gitanas en una romería ni en una fiesta, si en una reunión, que no es lo mismo. También está presente en la mayoría de los repertorios de los artistas en la actualidad, es un cante trabajoso, igual que su baile, que su toque. Pesa, pesa mucho, es de valentía levantar un cante como las seguidillas gitanas, a menudo se observa a los cantaores pelear con ella, amasarla, darle forma. No sé porqué yo tengo una relación de enemistad con este cante.